Durante años y años y generación tras generación y no es exagerado utilizar la palabra “generación”, todos las organizaciones nacionales desde la Fuerza Nueva de Blas Piñar hasta las que han surgido últimamente han advertido que este sistema político, el de la constitución del 78, no es viable, que es un desastre y que llevaría a España al desastre. Este ha sido siempre y para todos los grupos patriotas el punto de partida y la base de nuestro discurso político de cara a la sociedad.
Hemos sido los nacionales, la ultra como nos denomina este régimen, durante tres décadas al menos, la de los 80,90 y 2000 unos profetas errados, una suerte de Pepito Grillo que nunca veía cumplirse sus dramáticas advertencias.
Y sin embargo todo lo que auguramos esta sucediendo a una velocidad de vértigo y en un grado que no admite la menor duda. España se desmorona, está instalada en la ruina, como nación y como pueblo; en la ruina de la economía privada y del Estado: la simple verdad es que no hay dinero suficiente ni para pagar las pensiones, ni a los empleados públicos, ni la sanidad, de aquí la desesperada emisión de deuda y la retahíla del famoso rescate por parte de Europa.
Para las familias la pobreza que era el lejano recuerdo de la época de la posguerra que contaban los abuelos es ahora la realidad cotidiana y el horizonte de futuro de sus hijos. El año pasado veinticinco mil jóvenes con la carrera terminada se fueron a trabajar a Europa, seguramente no regresaran, son los afortunados de una juventud en la que 2 de cada 3 no tienen trabajo y donde el 70% de los que trabajan lo hacen en lo que se denomina empleo precario. Mientras todo esto sucede el estado de la autonomías ha arruinado España y además la ha desmembrado. Cataluña está en la secesión de facto y eso ya se percibe fuera, en Europa y en Estado Unidos. En Vascongadas ETA se prepara para la toma del poder.
El análisis de como se esta deshaciendo este sistema político y como en su agonía tritura dia a dia a nuestra nación podría continuar pero excede del objetivo de este artículo. Lo que pretendo es otra cosa, tengo que admitir no exenta de osadía por mi parte.
Todos los distintos sectores de los grupos nacionales, todas las organizaciones que han existido en en el pasado y las que a fecha de hoy existen comparten casi como único punto de coincidencia, salvo claro la defensa de la idea nacional de España, la crítica feroz contra este sistema: el pronóstico de que el sistema por su misma naturaleza conduciría a la destrucción de España. Esta ya no es nuestra predicción, es la realidad. Por ello realizar una Asamblea Abierta de grupos y organizaciones del sector patriota sobre la crisis del sistema sería no sólo un acto de responsabilidad y patriotismo, también sería concedernos una oportunidad a nosotros mismos como alternativa política.
Se trataría de una gran reunión abierta a todos, asociaciones y partidos, para que cada cual explique a los demás sus visión del desarrollo de la crisis, su posicionamiento ante lo que se avecina y hacer las propuestas y el llamamiento político en la Asamblea que considere oportuno. Todos deberían estar invitados, todos deberían ser libres de participar, sin restricciones, sin vetos, sin listas negras. No creo que nadie pueda salir perjudicado de esa reunión, tampoco creo que por desgracia se vaya a lograr una unidad que ha sido imposible en los últimos treinta años, pero si puede tener consecuencias positivas y en cualquier caso creo que sería una altavoz muy potente para los grupos que participen, si buscan movilizar a las bases del sector nacional.
No pretendo concretar nada más allá sobre esa posible Asamblea Abierta, porque seguramente significaría condicionar negativamente lo que es sólo una idea y una propuesta muy embrionaria. Con esto, como idea y propuesta queda lanzada.
Estamos en el año cero de la “Democracia”, en el año cero del “Sistema”… podríamos quedarnos sentados, contemplarlo, disfrutar y hasta celebrarlo. El problema es que no podemos hacerlo porque también estamos en el año cero de España.
La idea me parece una iniciativa generosa y necesaria. Si los diversos grupos fascistas, en sentido amplio, tuviéramos sentido de la responsabilidad histórica, ya estaríamos en ello. Sin embargo, la realidad de nuestro entorno es mucho más mezquina y miope. El pasado sábado, en la manifestación de apoyo a las víctimas del separatismo, pudimos comprobar las clamorosas ausencias de mucho «patriota». ¿Motivo? Tras las excusas y pretextos habituales subyace el de siempre: el cainismo frente a la «competencia» Y la falta de compromiso real fuera de la «cibermilitancia». Lo mismo podría decirse de aquellos que, ante las iniciativas de otros grupos «afines» prefieren escudarse en la pureza ideológica, la discrepancia estratégica o en la antipatía hacia otros para no hacer nada. En el Fascio español siempre ha habido más jefes que indios. Al final, lo único que nos queda es hacer las cosas olvidándonos de su posible utilidad, simplemente por sentido del deber. Y allá cada cual con su conciencia.
Creo que tal vez va siendo hora de que alguien ponga en marcha esta iniciativa para ser celebrada en Madrid durante el mes de Octubre o Noviembre, todo lo más tarde.