Que español no puede sentir indignación y asco ante la campaña de publicidad gratuita de la nueva marca política de ETA en los medios comunicación. El nombre de “SORTU” se repite en todos los periódicos, radios y televisiones. Se escenifica por parte de Rubalcaba y su entorno de fiscales secuaces dudas sobre la legalidad del nuevo partido. Mientras Eguiguren el proetarra presidente del partido socialista de euscadi hacia declaraciones entusiasmado ante la inminente posibilidad de que ETA vuelva a obtener concejales en las próximas elecciones municipales. Sobre este individuo repugnante conviene conocer que hace algunos años fue condenado por dar palizas a su esposa reiteradamente y que si le aplicaran la actual legislación contra el maltrato a la mujer estaría en la cárcel.
La campaña de propaganda para las próximas elecciones ya ha comenzado, saturación publicitaria para darse a conocer, este es el objetivo. En eso está ETA y los socialistas y casi con toda seguridad cuenta para ello Zapatero con la aquiescencia del PP de Rajoy. Con ese nombre de “sortu” o con otro los etarras estarán presentes en las elecciones municipales. Gozarán de nuevo de muchos millones de euros para financiarse gracias a los ayuntamientos, actualmente los etarras controlan consistorios en Vascongadas y Navarra que suman mas de trescientos millones de euros de presupuesto público, según los datos que ofrece el catedrático de economía Miquel Buesa en su libro recientemente publicado “ETA S.A.”.
Una vez más quedará patente que los partidos políticos no quieren la derrota de ETA, que la banda terrorista puede ser perseguida por la policía y la guardia civil pero que los políticos no autorizaran jamás su aniquilación. La democracia, esta democracia, siempre proporciona una protección última a ETA, una suerte de cláusula secreta de inmunidad que se activa cada vez que la banda terrorista está al borde de la derrota. El PNV ha hecho de esto parte de su programa político pero han sido siempre los gobiernos del PSOE los que han negociado con ETA para evitar su fin, lo hizo Felipe González y lo hace ahora Zapatero. Suárez también negoció con ETA y gratificó a la banda con varias amnistías generales. Este PP actual de Rajoy está más cerca de Suárez y de los socialistas que de la época de Aznar, aunque todavía permanezcan entre sus filas políticos relevantes que se oponen la entreguismo actual como es el caso sin duda de Mayor Oreja.
La democracia es el santuario de ETA. La banda terrorista no puede ser aniquilada, debería integrarse como un partido más del sistema. Este axioma con el que funcionan nacionalistas y socialistas ha terminado por ser asumido por el partido de la derecha española. Para buscar la clave de este planteamiento es necesario remontarse a Diciembre de 1973, el día que ETA asesino a Carrero Blanco. Si el almirante hubiera vivido cuando llegó la hora al Caudillo tal y como había previsto desde los años sesenta, hubiera dirigido otra transición pero no para enterrar el Régimen sino para darle continuidad y garantizar que el relevo en la jefatura del Estado del entonces príncipe Juan Carlos no iba suponer una crisis política para el franquismo. Esta es la razón de porqué ha sobrevivido la banda etarra cuando en los años ochenta la Baader-Meinhof, la Brigada Roja italiana o el mismo IRA fueron aniquilados. Hace veinte años cayó la Unión Soviética y desaparecieron los campos de entrenamientos de terroristas de Libia, de Argelia o de Bulgaria y sin embargo ETA sigue viva. La “democracia” española tiene con ETA una deuda de nacimiento y por eso ETA perecerá solo cuando este sistema desaparezca.
Magnífico artículo y reveladora exposición sobre la complicidad entre este Sistema y el terrorismo separatista. Al ver la catadura moral del borbón, es inevitable sentirse republicano. Pero de una República Nacional, no de la mierdas masónica a la que nos quiere conducir esta chusma.
Un abrazo, Manolo.