Hay muchos que creen que con el Farsaseparatista y la selección roja del Marqués el fútbol ha llegado a su apoteosis. El triunfo no siempre supone la excelencia y tampoco la derrota tiene porque ser consecuencia de la inferioridad. Pasa en el fútbol y pasa en la vida. La selección Nacional antes de ser la Roja, tuvo buenos y hasta excelentes equipos. La mala fortuna y los grandes rivales dejaron frustradas nuestras esperanzas en varias ocasiones de conseguir un título europeo o mundial que hubiera sido posible y merecido.
Los periodistas y lo medios, los españoles y los extranjeros, hablaban de la furia y de la garra sobre el césped de la selección española, una actitud de pundonor, de no perder la cara al rival aunque este fuera muy superior. Hoy en día parece que aquel calificativo de la “furia española” debe ser motivo de mofa pero era un reconocimiento sincero de los rivales, muchos de ellos superiores, de un equipo de fútbol al que nunca era sencillo ganar.
Siempre ha sido conocida como la Selección Nacional, hasta antes de ayer, hasta la que el señor Miguel Barroso, el marido de la catalanista Carme Chacón y Secretario de Comunicación de gobierno de Zapatero decidió cambiar el “Nacional” que le sonaba muy franquista por lo de “la Roja” y para ello durante el campeonato de Europa del 2008 las televisiones del grupo Prysa – Cuatro y Canal Plus- a quien Zapatero había entregado en exclusiva los derechos de retransmisión de los partidos puso en marcha un arrolladora campaña de publicidad para cambiar la denominación a la Selección Nacional por el casi nada político apelativo de “la Roja”. Y como España ya estaba madura para esta tropelía y todas las que han venido después, pues les salió bien.
De lo que yo he visto me viene ahora la memoria aquella final en París de 1984 por el campeonato de Europa contra la prodigiosa selección gala de Platini, de Tiganá, de Luis Fernández. La selección española dirigida por Miguel Muñoz puso contra la cuerdas a los galos, que por entonces eran mayormente galos nativos no como ahora y si no llega ser por la ayudas del arbitro que hasta no quiso ver un gol de Santillana que sí había entrada claramente en la portería Francesa y también, todo hay que decirlo, por el gran partido que hizo Michel Platini, un jugador de la talla de los más grandes de la historia del fútbol, la selección española se hubiera proclamado por segunda vez campeón de Europa.
Eran otros tiempos y desde luego el nivel del fútbol mundial era muy superior al de ahora, aquellas selecciones de Brasil, de Argentina, de Alemania, de Holanda o de Francia pasarían como un rodillo sobre este sobrevalorado y frecuentemente mimado por los árbitros equipo del Marqués, trasunto del equipo oficial de este régimen, el Barsa aburrepases. Algo de eso paso en el ultimo España-Francia de clasificación para el mundial de fútbol, donde un gran jugador llamado Karim Benzemá con la ayuda de otros diez compañeros dio una lección de lo que es el fútbol de verdad al Marqués y sus pupilos.
Y puestos a recordar una selección nacional, con futbolistas extraordinarios, con una plantilla que jugador por jugador le da ciento y raya a los muy millonarios de la roja, aquí dejo la foto de la alineación de la selección española, campeón de Europa de 1964. Y sí, van de azul que como resuelta manifiesto queda bastante mejor que el “colorado” de ahora. Amén; amén para que la selección vuelva a ser Nacional y vista de azul, porque seguramente será síntoma que España vuelve a estar en píe.
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