Hace apenas cuatro años el ayuntamiento de Madrid recibió de Esperanza Aguirre en propiedad el estadio de atletismo de Vallehermoso. Gallardón anunció que iba a construir un nuevo estadio que sería la admiración del mundo y donde competirían las grandes estrellas del atletismo. Le faltó tiempo para proceder a su demolición y como después llegó la pertinaz crisis que nos asola una de las primeras medidas de ahorro del consistorio fue suspender sine die este proyecto y así ha quedado desde entonces. Donde se alzaba el único estadio de atletismo que ha tenido Madrid homologado para pruebas internacionales ahora hay un descampado con forma de inmensa bandeja de más de cuatro hectáreas extensión enclavado en Chamberí, en pleno centro de Madrid.
Fue aquel estadio de atletismo obra de la oprobiosa dictadora de Franco y para colmo de males era nada menos que del Frente de Juventudes. Tardó aquel régimen fascista poco menos de dos años en hacerlo, 1957-1958, que es menos de la mitad que lleva destrozado por la democracia. Allí se celebraron en el año 1961 los juegos de atletismo nacionales que organizaba el Frente de Juventudes, autentico vivero y origen del atletismo español, desde entonces multitud de pruebas y campeonatos nacionales e internacionales se realizaron en sus pistas. Y por cierto a modo de anécdota y algo más en el estadio de Vallehermoso Miguel de la Cuadra Salcedo batió el record mundial de lanzamiento de jabalina, por desgracia los mandamases la Asociación Mundial de Atletismo dijeron que así no valía, que él lo hacia la estilo navarro haciendo girar la jabalina. En cambio el estilo Fosbury de salto de altura sí que les valía… ¡ ja!.
El estadio de Vallehermoso se hizo con la idea de celebrar un encuentro de atletismo entre las naciones disidentes de las olimpiadas de Melbourne de 1956, que se negaron a participar por la admisión de la Unión Soviética que había invadido Hungría. Aunque aquella idea como tal no se realizó sirvió para que surgieran los juegos Iberoamericanos de Atletismo cuya segunda edición en 1962 tuvo por sede Madrid y su entonces flamante estadio de Vallehermoso.
Recorriendo la historia de la pista de tartán del estadio de Vallehermoso hemos topado con un acontecimiento no muy lejano pero tan importante como olvidado. En el otoño de 1956 los húngaros se levantaron en armas y lograron derribar el gobierno comunista, ni la KGB ni los generales del estado mayor soviético salían de su asombro. En apenas unos días los patriotas húngaros habían derrocado a los comunistas y controlaban la casi totalidad del país incluido Budapest. El gobierno español comprendió rápidamente la importancia de la rebelión húngara, Franco convocó el consejo de ministros al día siguiente de que los teletipos de la prensa mundial se hicieran eco de la noticia. Muñoz Grande como ministro de defensa recibió instrucciones para preparar una fuerza militar de al menos dos divisiones para participar en la inminente batalla por la liberación del país magiar.
Sin embargo los americanos, secundados por ingleses y franceses, habían comunicada ya en la ONU que no intervendrían militarmente y tampoco facilitarían ninguna ayuda ni colaborarían con los patriotas húngaros. En una palabra abandonaban Hungría a su suerte que no podría ser otra que la sangrienta represión de las divisiones de tanques comunistas.
Franco intento persuadir a americanos y a ingleses para que cambiaran su decisión, si no lo hacían los comunistas entenderían que estaban en condiciones de lanzar una ofensiva mundial tras las “tablas” en Corea. Una vez más Franco tenía razón, tras el sometimiento de la rebelde Hungría vino la guerra de Vietnam, los comunistas se hicieron con las naciones árabes, con Cuba, se extendieron por Africa y quizás los más importante se dispusieron a reconstruir los partidos comunistas en toda europa occidental.
Estaba cercana aún la hazaña de la división azul y en España había un importante número de exiliados magiares que habían encontrado refugio tras la derrota de 1945, no hay que olvidar que Hungria fue el único aliado que se mantuvo fiel Alemania hasta el final. Los húngaros de España algunos de los cuales se habían alistado en la Legión y eran oficiales del ejercito español organizaron en Madrid la delegación de España del Comité Nacional Húngaro. Si las democracias no auxiliaban a Hungría, la España fascista lo haría en solitario. Era imprescindible actuar rápidamente puesto que al anunciar Estados Unidos que no actuaria militarmente era cuestión de días, de muy pocos días que Hungria sufriera el asalto de las divisiones rusas. Franco asesorado por Otto de Haubsburgo se reunió con los representantes en Madrid del Comité Nacional Hungaro y decidió enviar armas y dada la negativa de los aliados a proporcionarle los medios de transporte España que no cejaba en su empeño, estaba dispuesta a que sus propios aviones realizaran la operación. Se trataba de hacer llega a los húngaros diez mil fusiles de asalto Cetme que podían utilizar la misma munición que los rusos Kaláshnikov. También enviaría lo que más iban a necesitar los patriotas magiares, armas antitanque en concreto varios centenares del nuevo lanzagranadas de fabricación española capaz de perforar a trescientos metros la coraza de los carros soviéticos más pesados y dejarlos como un colador. La reacción de los americanos no se hizo esperar e hicieron llegar a través del ministro de exteriores Martín Artajo un ultimátum inequívoco, impedirían por todos los medios que esas armas llegaran a Hungría, si Franco persistía en su actitud España sería expulsada de la ONU, se romperían los recién firmados acuerdos de cooperación y nuestra nación regresaría a los años del aislamiento internacional. Así se escribe la historia.
Si en 1956 los aliados hubieran apoyado a los húngaros simplemente con armas la revuelta no solo habría triunfado sino que se hubiera extendido por otros países del Este y podría haber caído el comunismo hasta en la propia URSS, el letal efecto dominó para el comunismo que sucedió en 1990 podría haber sucedido 1956. En cierto modo por segunda vez como en 1941 los americanos decidieron actuar de modo que la URSS pudiera sobrevivir a una situación crítica…¿ Por qué?. Cuando se desplomó la Unión Soviética en 1990, ¿no fue a pesar de los américanos ?. Con perspectiva la muerte del comunismo ruso no se debió a la actuación de Estados Unidos, en absoluto.
En el plano ideológico-social la democracia siempre se ha mostrado respetuosa y proclive incluso a pactos y alianzas con el socialismo, en todas sus variantes incluido el comunismo. En el plano geoestratégico el poder mundial de Estados Unidos parece que se ha cuidado durante todo el siglo XX de no tener más rival que el comunismo y además que este no despareciera. La segunda guerra mundial, la guerra civil china entre nacionalistas y comunistas y la rebelión húngara son tres conflictos decisivos que atestiguan que Estados Unidos y la “Democracia” siempre han hecho todo lo necesario para que el comunismo sobreviviera o saliera triunfante. La guerra de liberación española es otro ejemplo, aunque a diferencia de los anteriores el comunismo si sufrió una severa derrota.
No hay nada nuevo bajo el sol, pero conviene recordar la verdad y es necesario recordarnos a nosotros mismos quienes somos. El fascismo nació para liberar al hombre tanto del marxismo como de la democracia, se enfrento militarmente a comunistas y demócratas unidos. Para un fascista tan detestable es Estados Unidos o un gobierno como Cuba, China o cualquier gobierno socialdemócrata. Y si alguien tiene alguna duda que haga un sencillo ejercicio consistente en imaginar que responderían Rajoy y Rubalcaba a la pregunta ¿ qué ideología le parece la más rechazable, aquella que habría que evitar por todos los medios que alcanzara el poder ?. Los dos responderían los mismo, el fascismo.
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