Esta mañana al poner la radio he empezado a mover el dial para escuchar villancicos, porque hoy es Navidad. Ha sido inútil, tan solo una emisora programaba música de Pascua, pero eran canciones americanas con la voz de Bing Crosby y de Frank Sinatra, que no son villancicos de verdad, son otra cosa para otro tipo de gente: gente que cuando le dicen Navidad ve al gordo de Santa Claus con sus renos, la Estatua de la Libertad con un telón de fuegos artificiales y una parejita que se abraza tras las ventanas de una bonita casa mientras fuera la nieve cae suavemente.
En el siglo VII Isidoro de Sevilla escribió las “Etimologías” y entendía que el conocimiento era afín de cuentas conocer las palabras. Que basta una palabra o una estrofa para que toda una realidad se represente ante nosotros, para que nos alcance. Por eso es muy distinto escuchar el “Santa Claus is coming to town” que un villancico español. Sólo en español existe una palabra así, en el resto de las lenguas viene a ser simplemente “canción de navidad”, en inglés dicen “Chrismas carol” y en alemán “das Weihnachtslied”.
Los villancicos españoles son antiguos, muy antiguos, vienen de la Edad Media, quizás de antes. Villancico suena irremediablemente a España, a nuestra Navidad, al niño Jesús, a la Virgen de nuestro pueblo y de nuestra ciudad, a los Reyes Magos con sus camellos enormes y solemnes. A nuestra ermitas allí arriba, sobre el monte y en la sierra. Villancico suena a pastores y a borriquillos como “Platero”. Uno escucha la palabra Villancico y puede componer la imagen de los Reyes Católicos escuchándolos en la misa del gallo y a los soldados de los tercios en cualquier lugar de Europa, rodeados de herejes protestantes, echando una lágrima por el pueblo tan lejano el día de Navidad.
Y de entre todos los villancicos el “Dime niño de quien eres”; cuando lo escucho se me hace un nudo en la garganta. Apenas una docena de versos, tan sencillos y tan infantiles pero que llevan consigo más sabiduría que cualquier libro de metafísica y expresan el drama que encierra el transcurrir de la vida y del tiempo. Aquí queda su letra.
Dime Niño de quien eres
todo vestidito de blanco.
Soy de la Virgen María
y del Espíritu Santo.
Resuenen con alegría
los cánticos de mi tierra
y viva el Niño de Dios
que nació en la Nochebuena.
La Nochebuena se viene,
la Nochebuena se va.
Y nosotros nos iremos,
y no volveremos más.
Resuenen con alegría
los cánticos de mi tierra
y viva el Niño de Dios
que nació en la Nochebuena.
Papá Noel Go Home.