
Acto político de UPyD , el partido de Rosa Díez.

Acto político del FRENTE NACIONAL en Madrid.
Las últimas elecciones han dejado, como siempre que se celebran unos comicios, un escenario muy poco gratificante para los grupos políticos del sector. Las urnas por más que nos pese ponen delante de nuestros ojos con toda crudeza una realidad política muy poco gratificante. Nadie ha logrado salir de la más absoluta insignificancia electoral, nadie ha alcanzado ni tan siquiera el 0,25 % de los votos emitidos, que es el error estadístico con el que trabajan las encuestas de demoscopia. Una situación ya endémica para le sector que se repite inexorablemente desde los ya lejanos años ochenta.
Conviene fijarse en el caso de UPyD. La señora Rosa Diez representa la tercera vía entre los dos grandes partidos. Pues bien en un panorama de desgaste y desprestigio del PSOE por la gestión de la crisis económica y con una oposición de derechas sumida en un debate permanente de liderazgo e identidad, a duras penas ha logrado arañar un escaño y un 2,8% del voto. Y es que la sociedad española tiene un grado de esclerosis importante, el sistema político que protagonizan PSOE y PP se ha revelado de una resistencia coriácea para que surjan nuevas opciones, incluso cuando esta son tan “establishment” como es UPyD. No es pues de extrañar el resultado de nuestros partidos, difícilmente cabía esperar otra cosa.
Hay que asumir que sólo en una situación de crisis sistémica, de quiebra social del sistema político establecido, una opción marginada puede tener posibilidades de convertirse en un partido de referencia para un cierto sector de la población. En este sentido la crisis económica que en España empezó a gestarse a finales del 2008, se convertirá durante los próximos dos años en una crisis social sin precedentes. Y es que no estamos sumidos en una mera crisis internacional por causa de un cambio del ciclo económico, se trata de una crisis profunda, de una crisis sistémica de la economía globalizada que ha venido funcionando desde finales de los 80, desde el derrumbe del bloque comunista. Para nuestro país, que tan mal ha gestionado y sigue gestionando el problema de la inmigración, la crisis económica va a desembocar en una crisis social desconocida, en la que el factor inmigración va a ser si no el único si el más devastador.
La misma rigidez del esquema político actual provocará inexorablemente que la crisis social desemboque en una crisis política, que hoy ya están alimentando el PSOE y los sindicatos con su inmovilismo y el PP con su estrategia de oposición “políticamente correcta”. Será entonces el momento de nuestra opción, que deberá manejar un discurso social que haga de la anti-inmigración una alternativa social y política creíble para los trabajadores nacionales y las clase media baja, que es el sector de la población que puede buscar un cambio político por ser los grandes afectados por la crisis.
La reunión que han mantenido MSR, ESP2000 y FrN en Valencia pretende dar los primeros pasos para configurar esa opción política, no se trata sólo de un gesto de buena voluntad para mejorar unas relaciones políticas que tradicionalmente han sido malas. Los tres partidos más allá de las diferencias que puedan existir, han entendido que existe un estado de necesidad para crear una única opción nacional referenciada en el planteamiento social y en la anti-inmigración. Sería conveniente que se sumara Democracia Nacional pero es evidente que mientras no haya un cambio en la dirección hoy por hoy no es un supuesto con el que se puede trabajar, convendría al menos que tanto sus bases como sus dirigentes abrieran un proceso de reflexión y autocrítica interna como han hecho las otras organizaciones.
El camino no ha hecho más que empezar, no hay mucho tiempo pero si hay tiempo suficiente: los tres partidos que se han juntado en Valencia han abierto unas expectativas que son las únicas razonables y me atrevería a decir que deseables del sector. Este otoño será importante para que esas expectativas se conviertan en una realidad.
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